Reseña: Sala Monteverdi en Milán Malpensa T1
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Visitamos la Sala Monteverdi, una sala VIP de Priority Pass para salidas Schengen en la Terminal 1 de Milán Malpensa. Nuestra experiencia reveló algunos detalles sorprendentes y servicios básicos. Lee nuestro relato de primera mano para saber si esta sala se ajusta a tus necesidades antes del vuelo.
Contenido del artículo
Sala Monteverdi en la Terminal 1
Aeropuerto de Milán-Malpensa (MXP) es uno de los hubs internacionales más concurridos de Italia, que conecta a los viajeros con destinos por toda Europa y más allá. La Terminal 1, la principal del aeropuerto, ofrece varias opciones de sala VIP para cubrir las necesidades de los pasajeros. Incluyen salas operadas por aerolíneas y tres salas de Priority Pass. En particular, Sala Monteverdi es la única sala Priority Pass ubicada en la zona Schengen, lo que la convierte en una opción para quienes vuelan dentro de Europa continental.
Durante nuestro viaje de Malpensa a Helsinki, tuvimos la oportunidad de visitar Sala Monteverdi, ubicada convenientemente en el Satélite Sur de la Terminal 1, cerca de la puerta A1. En este artículo compartimos nuestra experiencia de primera mano, destacando sus servicios, comodidad y el valor que ofrece a quienes buscan un entorno relajado antes de volar.
Nuestra experiencia en la Sala Monteverdi
Cómo encontrar la sala
Tras pasar el control de seguridad, enseguida nos dimos cuenta de que llegar a la sala nos llevaría tiempo. Al estar en el Satélite Sur, cerca de la puerta A1, quedaba bastante lejos del edificio principal y había que caminar por largos pasillos. Por suerte, nuestra puerta de embarque estaba en el mismo satélite, así que íbamos a hacer ese trayecto de todas formas.
La señalización clara en el camino nos mantuvo orientados. Al entrar en el Satélite Sur, seguimos los letreros que nos indicaban subir por una escalera mecánica. Arriba, por fin vimos la entrada de la sala.
Aunque llegar a Sala Monteverdi implica caminar un rato, la señalización clara hace que encontrarla sea sencillo.
Llegada
Al llegar a la entrada de la sala, al final de la escalera mecánica, un cartel en la puerta indicaba que los titulares de DragonPass, Lounge Pass y Priority Pass como nosotros no serían admitidos por exceso de aforo. Aun así, una miembro del personal de recepción nos saludó amablemente. Nos indicó otra sala, Sforza, situada abajo, asegurándonos que ofrecería la misma calidad de experiencia.
Siguiendo su sugerencia, buscamos la Sforza Lounge como los otros clientes que venían detrás. Sin embargo, tras mirar abajo no encontramos señalización ni indicaciones claras. Al no localizar la sala sugerida, regresamos a Sala Monteverdi.
Esta vez, nos dejaron entrar. Más tarde quedó claro que la sala alternativa estaba dos plantas más abajo, aunque la falta de señalización dificultaba encontrarla.
Primeras impresiones
Sala Monteverdi era un espacio sencillo y pequeño, dividido en zonas. La capacidad de asientos era bastante limitada, compuesta principalmente por butacas y mesas de comedor con sillas. En el lado positivo, esa limitación contribuía a un ambiente tranquilo. Logramos hacernos con los últimos buenos asientos junto a la pared.
La sala estaba limpia.
Un elemento decorativo destacado era una máquina de escribir retro, que añadía un toque de carácter a un entorno de sala bastante típico. La paleta de colores predominante combinaba tonos verdes y azul grisáceo El diseño sencillo ofrecía un ambiente moderno y funcional para relajarse antes del vuelo. El diseño era agradable, pero carecía de un factor sorpresa.
Comida y bebidas
La oferta de comida en la Sala Monteverdi era limitada. Los snacks y pasteles eran básicos, con muy poca variedad. No nos pareció un lugar donde poder cenar.
Por suerte, el personal sacó comida caliente poco antes de nuestra salida, lo que mejoró la experiencia. Sin embargo, la selección siguió siendo mínima y, en conjunto, la oferta resultó discreta. Aunque la comida caliente fue un buen añadido, la selección de comida de la sala necesitaba mejorar.
En cambio, la selección de bebidas era notablemente mejor. La sala contaba con una nevera bien surtida con variedad de bebidas en lata y botella, como Red Bull y distintos zumos. Además, había opciones alcohólicas como vino, espumoso y cerveza.
La sala ofrecía bebidas calientes, con una máquina de café para los amantes del café y una variedad de té para quienes prefieren el té. Aunque el té preparado podría añadir un toque de elegancia, las bolsitas, como en Sala Monteverdi, son habituales en las salas de los aeropuertos. Sala Monteverdi es un buen lugar para saborear un café por la tarde, especialmente en horas de menor afluencia.
En conjunto, la selección de bebidas fue excelente, pero la comida podría ser más variada.
Baño y ducha
El baño de la sala era amplio, limpio y con buen diseño, ofreciendo una experiencia cómoda. Aunque supuestamente había ducha, no la vimos durante nuestra visita.
Otros servicios
Sala Monteverdi ofrecía varios servicios esenciales. Había pantallas de información de vuelos para mantenerse al día. Un televisor aportaba entretenimiento, aunque no era el principal atractivo. Aunque había algunos enchufes, eran insuficientes para la demanda, lo que podía resultar incómodo para quienes necesitaban cargar sus dispositivos. En el lado positivo, el Wi-Fi era rápido y fiable, lo que facilitaba navegar o trabajar mientras se esperaba el vuelo.
Valoración
Valoramos Sala Monteverdi como una sala de 3 estrellas. Era pequeña, con asientos limitados, y la selección de comida y snacks era modesta. Aun así, la sala tenía un concepto moderno y funcional, y el personal fue especialmente amable.
Cómo acceder
Se puede acceder a Sala Monteverdi con varios programas de membresía de salas, incluidos Priority Pass, LoungeKey y DragonPass. Quienes cuenten con tarjetas de crédito premium elegibles o billetes en clase business de ciertas aerolíneas también pueden tener acceso.
Para quienes no tengan membresía, recomendamos comprar una visita a través de Lounge Pass, lo que permite el acceso por una tarifa única.
Conclusión
Llegamos temprano al aeropuerto de Milán con la idea de visitar esta sala. El paseo hasta el Satélite A fue más largo de lo esperado, pero la señalización era clara. Al llegar, la sala nos pareció más pequeña de lo que pensábamos, pero tras algunas molestias iniciales conseguimos entrar.
Sala Monteverdi no fue la sala más impresionante que hemos visitado, pero estuvo razonablemente correcta. Como punto a favor, ofrecía comida caliente, aunque con una selección limitada. Siendo la única opción para quienes vuelan en la zona Schengen, Sala Monteverdi brindó un ambiente relajado a pesar de estar bastante llena durante nuestra visita.
¿Has visitado alguna de las salas del Aeropuerto de Milán-Malpensa? ¿Cómo fue? Cuéntanoslo en los comentarios.